Cómo limpiar alfombras
Las alfombras son uno de los elementos decorativos de nuestra casa que más problemas traen a la hora de limpiarla, y es que una alfombra al estar situada en el suelo, recogen polvo, ácaros y favorecen la aparición de alergias en las personas que sufren este problema.
Por todo ello, es importante limpiarlas de manera regular para poder mantener nuestras alfombras en perfecto estado, pero no es una tarea sencilla, ya que normalmente si queremos limpiar una alfombra grande no podemos meterla en la lavadora y es necesario un lavado o limpieza en seco.
Pese a esto, podemos limpiar una alfombra de manera fácil y sencilla y con productos que todos tenemos en casa.
Limpiar las alfombras en casa
Para tener un correcto mantenimiento de nuestra alfombra y que no se vaya acumulando mucha suciedad, es fundamental aspirar en profundidad nuestras alfombras todas las semanas para eliminar el polvo y partículas que se adhieren.
Para realizar un correcto aspirado, debemos aspirar las dos caras de nuestra alfombra, tanto la superior que normalmente vemos con la que está sobre el suelo.
Si queremos limpiar una mancha que la aspiradora no puede eliminar, debemos usar un jabón neutro y agua para poder eliminarla. En un cubo con agua un poco caliente, pon el jabón neutro, mézclalo y utiliza un cepillo de cerdas para poder frotar encima de la mancha. Déjalo un poco y posteriormente coge una bayeta para recoger los restos del jabón y el agua.
Es importante limpiar la mancha cuanto antes para que sea más efectivo, pero si la manca no se elimina o es una alfombra muy sucia, puedes contactar con nosotros, ya que somos una empresa especialista en lavado y limpieza de alfombras.
También es recomendable, una vez aspirada en profundidad la alfombra, tenderlas en el exterior, para poder airearlas y quitar los olores que va cogiendo la alfombra con el tiempo.
Limpiar alfombras en seco
Uno de los métodos más sencillos efectivos para la limpieza de las alfombras en seco es la utilización de bicarbonato de sodio. Se trata de un método muy sencillo que consiste en cubrir la alfombra con dicho producto, dejando actuar durante un par de horas, pasadas las cuales retiraremos el polvo con una aspiradora. Este método también sirve para eliminar los malos olores de la alfombra
Otro método es cubrir completamente la alfombra con sal, enrollándola seguidamente y dejándola así durante unas horas, pasando seguidamente la aspiradora para tener un resultado perfecto.
También podemos lavar nuestra alfombra en seco usando productos específicos para ello, de los cuales encontraremos una gran variedad en el mercado. En la mayoría de casos bastará con echar el producto encima de la mancha, dejando actuar, pasando posteriormente la aspiradora.
Una solución hecha con lavavajillas, agua tibia y un poco de amoníaco dejará también nuestras alfombras como nuevas. Usaremos la mezcla con pulverizador, frotando seguidamente con un paño bien limpio.
Limpieza de las alfombras de pelo largo
Las alfombras de pelo largo son ideales para el invierno, y hacen nuestra casa mucho más confortable. Sin embargo, tienen sus desventajas, ya que suelen atraer mucho la suciedad. En este tipo de alfombras tendremos que tener en cuenta una serie de peculiaridades a la hora de la limpieza y mantenimiento.
Para empezar, las alfombras de pelo largo requieren que se pase la aspiradora por ellas una vez a la semana como mínimo. Lo haremos palmo a palmo, levantando la aspiradora para seguidamente dejarla caer en la superficie a limpiar, con lo cual evitamos estirar las fibras, cosa nada favorable para la conservación de la alfombra.
También hemos de tener en cuenta que las alfombras de pelo largo deberemos sacudirlas bastante más a menudo que las de otros tipos.
Cómo limpiar alfombras de lana
Las alfombras de lana necesitan también que se lleve a cabo en ellas una limpieza especial, y con ellas deberemos seguir unos pasos diferentes a los que necesitan las alfombras sintéticas.
El primer paso que deberemos llevar a cabo es un aspirado muy completo y profundo en la alfombra. Seguidamente se lavará con agua fría y con un jabón neutro, aclarando con agua muy abundante y asegurándonos de que hemos eliminado todo el jabón.
A continuación, dejaremos escurrir, procurando que la alfombra se seque lo más rápido posible para evitar la aparición de hongos. Una vez seca, y con el objetivo de que no quede rígida, se pasará nuevamente la aspiradora.
Hecho esto, ya podemos guardar tranquilamente la alfombra hasta la siguiente temporada.